En las misivas dirigidas al presidente Valentín Paniagua condenaron legislación antiterrorista “violadora de normas del derecho nacional e internacional”. Muchos de los pedidos fueron atendidos.
No fue un acuerdo de paz. En las cartas se fija posición contra la legislación antiterrorista. (USI)
fija posición contra la legislación antiterrorista. (USI)
La flexibilización de la legislación antiterrorista y los beneficios carcelarios a los integrantes de Sendero Luminoso y del MRTA fue un proceso iniciado a pedido de Abimael Guzmán y de otros líderes de la subversión al gobierno de Valentín Paniagua que tuvo acogida, en gran medida, no solo en dicha administración transitoria sino en la siguiente, de Alejandro Toledo.
Esto se desprende de los documentos a los que Perú21 tuvo acceso, algunos mantenidos en reserva absoluta durante más de 11 años, como las cartas que Guzmán, Elena Iparraguirre, Peter Cárdenas Schulte y Víctor Polay dirigieron al presidente Paniagua,
al entonces premier Javier Pérez de Cuéllar y al exministro de
Justicia, Diego García Sayán, entre el 30 de noviembre y el 19 de
diciembre de 2000.
Asimismo, los oficios remitidos por el
vicealmirante José Noriega Lores, presidente del Consejo Supremo de
Justicia Militar, al entonces titular de Justicia, donde advierte sobre la grave amenaza por la situación derivada con el decreto supremo 003-2001-JUS.
En las tres cartas, los líderes terroristas piden que “una comisión” del gobierno de entonces los visite para iniciar “conversaciones y solucionar los problemas derivados de la guerra interna”.
¿Cuáles son esos problemas para los terroristas? Las cartas lo señalan con claridad: el
respeto a sus derechos conculcados, situación de los “presos políticos y
de guerra y de quienes se encuentran levantados en armas” y “la legislación antisubversiva violadora de las más elementales normas del derecho nacional e internacional”.
PEDIDO ATENDIDO
El primer efecto posterior al envío de las cartas de los cabecillas terroristas fue la visita que recibieron Guzmán e Iparraguirre de los también condenados Osmán Morote y María Pantoja, el 20 de diciembre de 2000, y de la que han dado cuenta algunos medios .
El primer efecto posterior al envío de las cartas de los cabecillas terroristas fue la visita que recibieron Guzmán e Iparraguirre de los también condenados Osmán Morote y María Pantoja, el 20 de diciembre de 2000, y de la que han dado cuenta algunos medios .
Luego, el 18 de enero de 2001, el presidente Paniagua y el ministro García Sayán suscriben el decreto supremo 003-2001-JUS
que flexibilizó el régimen carcelario de los presos terroristas,
incluso de la cúpula que purga condena en la Base Naval del Callao. Se
incrementaron el número y tiempo de visitas, acceso a diarios, radio y
teléfonos, además de reuniones grupales, dejando sin efecto el decreto
supremo 005-2007-JUS.
En ese contexto se producen las reuniones del exasesor del ministro García Sayán, Javier Ciurlizza,
con los cabecillas terroristas que fueron de conocimiento público, años
después, cuando se difundieron los audios que ocasionaron el rechazo de
la opinión pública. Incluso, el propio expresidente Valentín Paniagua
afirmó que esto se realizó a espaldas suyas.
No conforme con ello, la cúpula terrorista en
la Base Naval se declaró en huelga de hambre, exigiendo mayores
beneficios. La situación lleva al entonces presidente del Consejo
Supremo de Justicia Militar, vicealmirante Noriega Lores, a enviarle dos
oficios –035 y 070– a García Sayán, el 1 de febrero y el 6 de abril del
año 2001, en los que le advierte que los cambios eran asumidos por los terroristas como “signos de debilidad”.
VISITAS DEL MINISTRO
El decreto supremo 003 no fue lo único. Reportes de la propia Base Naval dieron cuenta de la visita que realizó el entonces ministro García Sayán, el 28 de febrero de 2001, a este centro de reclusión y que conversó con los cabecillas terroristas.
El decreto supremo 003 no fue lo único. Reportes de la propia Base Naval dieron cuenta de la visita que realizó el entonces ministro García Sayán, el 28 de febrero de 2001, a este centro de reclusión y que conversó con los cabecillas terroristas.
En la segunda quincena de abril de ese año, se produce una nueva visita de Ciurlizza a la cúpula senderista, tras lo cual se acuerdan nuevas flexibilizaciones en el régimen carcelario.
El 17 de julio se produce una nueva visita de García Sayán a la base naval del Callao, acompañado por el jefe del INPE, Gino Costa, y por Ciurlizza, y se reúnen en privado –según se informó– por cuatro horas.
El 26 de julio se produce el último encuentro de García Sayán con los terroristas. Perú21 llamó a García Sayán, pero no contestó.
CAMBIO EN RÉGIMEN CARCELARIO
– Desde 1993 al 22/11/2000 (Gob. Fujimori)
Visitas una vez al mes por 30 minutos de dos familiares directos en locutorios.
Paseos en el patio individuales una vez al día durante 30 minutos. No se permitían almuerzos grupales.
Visitas una vez al mes por 30 minutos de dos familiares directos en locutorios.
Paseos en el patio individuales una vez al día durante 30 minutos. No se permitían almuerzos grupales.
No acceso a diarios, revistas, televisión, servicio telefónico ni cartas.
– Desde 23/11/2000 al 18/01/2001 (Gob. Paniagua)
Sube a dos visitas por mes de 90 minutos y para tres familiares directos.
Paseos en el patio por dos horas al día y en parejas. Almuerzos en grupos partidarios.
Sube a dos visitas por mes de 90 minutos y para tres familiares directos.
Paseos en el patio por dos horas al día y en parejas. Almuerzos en grupos partidarios.
Acceso a tv por tres horas y a diarios y revistas de difusión pública.
– Desde el 18/01/2001 (D.S. 003-2001-JUS)
Visitas tres veces por mes y por dos horas de familiares hasta de tercer grado.
Almuerzos en grupos partidarios y paseos por ocho horas en las instalaciones de hasta tres internos.
Visitas tres veces por mes y por dos horas de familiares hasta de tercer grado.
Almuerzos en grupos partidarios y paseos por ocho horas en las instalaciones de hasta tres internos.
Acceso a teléfono internacional y a cartas.