Ayer, pasado el mediodía, un numeroso grupo de integrantes del Sutep
Conare, organización de fachada de Sendero Luminoso, atacó violentamente
las instalaciones del Ministerio de Educación (Minedu) lanzando
piedras, botellas de plástico llenas de arena, e incluso verduras
crudas. El resultado: todos los ventanales de uno de los edificios de
dicha institución quedaron totalmente destrozados.
Este grupo de ‘docentes’ pertenecientes al brazo político de Sendero
Luminoso denominado Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales
(Movadef) salieron corriendo del lugar al ver los ventanales rotos y los
vidrios desparramados en el suelo. Lanzaban arengas y exigían la salida
de la ministra de Educación, Patricia Salas. “¡Queremos una nueva
ministra! ¡Qué viva el Sutep!”, gritaban.
diario16 pudo conocer que estos agitadores pertenecen a
una de las facciones del Conare denominada Comando Unitario de Lucha
del Sutep, presidida por el dirigente Zenón Pantoja Fernández.
Los protestantes utilizaron hondas para lanzar las piedras e incluso
rompieron algunas veredas para crear los proyectiles. (Ver foto)
En este ataque resultaron heridas dos mujeres, una recepcionista del
ministerio y una policía. Luego de consumar los destrozos, los maestros
del Conare se volvieron a congregar frente al Ministerio de Educación
para continuar con sus reclamos.
Según los manifestantes la policía los atacó primero y producto de esto
quedaron heridos seis profesores que hasta ahora no han sido
identificados. No obstante, fuentes policiales informaron a este diario
que en ningún momento se les atacó, sino más bien se les invitó a
retirarse del lugar.
PRENSA AMARILLA!
Los protestantes lejos de mostrar una conducta digna de un maestro,
atacaron también a los periodistas. “¡Prensa amarilla!, ¿qué haces acá?
Ahora sí vienes, ¿no? ¿Cuánto te paga el gobierno?”, le dijo una
ofuscada y robusta mujer a nuestro reportero gráfico, quien tuvo que
esquivar varios proyectiles provenientes de los miembros del Conare.
Este grupo de radicales intentó rodear al equipo de prensa de este
diario, pero gracias al resguardo policial no pudieron acercarse.
EN LA PLAZA DE ARMAS
Más temprano, lo que parecía un débil y hasta inútil intento de un
grupo de maestros del Sutep por llegar a la puerta de Palacio se
convirtió minutos después en un verdadero problema para los agentes del
orden de la Plaza de Armas. Estos dispararon gases lacrimógenos, sacaron
a la policía montada e, incluso, resucitaron al histórico rochabús para
repeler a los manifestantes en medio de un violento enfrentamiento.
Todo empezó al mediodía, cuando unos cincuenta docentes ubicados en la
esquina de Junín con Jirón de la Unión, muy cerca de Palacio de
Gobierno, alzaron sus puños y sus voces para exigirle al presidente
Ollanta Humala –quien en esos instantes recibía cartas credenciales de
cinco embajadores– que atienda sus reclamos. Pero no eran los únicos.
Otros docentes, quienes habían ingresado en grupos de cinco y se habían
sentado en las escalinatas de la Catedral, como habituales visitantes
de la Plaza de Armas, se levantaron en el acto para sumarse a las
protestas con sus arengas y reclamos, al igual que otros manifestantes
que intentaron entrar a la plaza por los pasajes Santa Rosa y Olaya. En
total fueron varios centenares de maestros protestando en la misma
plaza.
Los efectivos del orden, que en un momento se vieron sorprendidos por
esta incursión a la plaza, donde está prohibido realizar protestas,
recurrieron a todas sus herramientas, palos, escudos, bombas
lacrimógenas y gases para intentar sacarlos de los alrededores de esa
zona.
En un momento, cuando la policía montada también había intervenido, un
rochabús entró a la plaza por el jirón Carabaya y empezó a echarles agua
turbia a los docentes que se resistían a irse. Ese histórico vehículo
antimanifestaciones, que muchos pensaban extinguido, se dio la vuelta
por la plaza lanzando su poder disuasivo en forma de furiosos chorros.
Esto solo enfureció más a los docentes, quienes siguieron el
enfrentamiento con más violencia.
Un policía de tránsito de la Plaza de Armas contó a diario16
que los manifestantes fueron ingresando a la plaza de a pocos, y que
coordinaron el momento para iniciar su protesta desde diversos flancos.
Él fue quien advirtió esto y dio aviso a los demás agentes.
La Policía tardó más de media hora en sacar de la Plaza de Armas a los
integrantes del Sutep, quienes incluso alistaban una marcha por otras
calles del centro de Lima en medio del caos. Algunos agentes del orden
tuvieron que rociarles gas lacrimógeno a los rostros de los docentes con
un espray.
René Ramírez, secretario general del Sutep, dijo en un momento en la
misma plaza que esta incursión ilegal era el inicio de la radicalización
de sus medidas de fuerza contra el gobierno.
EL DATO
El Ministerio Público ya cuenta con las fotografías de los
responsables de los destrozos. Serán denunciados por acción violenta
contra la tranquilidad pública y bienes materiales que son propiedad del
Estado.