Escrito por: Jose Alejandro Godoy en Uncategorized
Hoy se cumplen 30 años desde que Sendero Luminoso decidió irse en guerra contra el Perú. De allí que sea un día de recuerdo sobre lo ocurrido durante muchos años en nuestro país, con peruanos matando a otros peruanos.
Si quieren explorar en las causas por las cuales Sendero generó tal grado de violencia y pudo ser derrotado, lean la parte pertinente en el Informe Final de la CVR. Lo mismo para entender la lógica de sus acciones y su ideología, en el mismo documento.
Más allá de las condenas necesarias desde todo punto de vista a lo que fue Sendero, entender lo que fue y porque se produjo es necesario para no quedarnos con la mera imagen de “4 locos marxistas-maoí stas” - por el contrario, la finalidad política de SL hace aún más condenables sus acciones - o con la imagen que las matanzas y desapariciones eran necesarias para derrotar a la subversión, que algunos siguen esgrimiendo no solo en voz baja, sino también desde editoriales de periódicos.
Pero hoy, más que sobre las interpretaciones de la violencia, es necesario volver a las historias, a las personas, a los hechos. De allí que haya seleccionado algunos casos recogidos por la Comisión de la Verdad y Reconciliació n - y de otras fuentes - para recordar lo que fueron esos años y lo que fue la organización más demencial que conoció el país.
Chuschi, provincia de Cangallo, departamento de Ayacucho (17 de mayo de 1980). Fuente: Ricardo León para El Comercio:
Lo narrado por Julio César Conde ha sido confirmado por varios pobladores de Chuschi, incluidas las autoridades locales. La noche del 17 de mayo de aquel año, un primo de su padre (cuyo nombre se mantiene en reserva) le ofreció a don Florencio tomar una bebida alcohólica. Este aceptó.Pasaron varias horas y este pariente había conseguido disuadir a Florencio para que siguiera bebiendo. “Toda mi familia pensó que este pariente tuvo algo que ver, que pudo haber estado metido con los “cumpas” (terroristas) . Él quería embriagarlo para que dejara sin protección el material electoral”, explicó Julio César.
La madre de los menores, sabiendo que la oficina no podía quedar sin vigilancia, pidió a sus dos hijos que pasaran ahí la noche. Bernardo y Julio César acomodaron unos pellejos de animales en el piso y así durmieron.En la madrugada despertaron con pánico: entre amenazas, unos supuestos militares les exigían abrir la puerta. Julio César lloraba acurrucado en el pellejo que le servía de cama. Bernardo, con coraje precoz, respondió en quechua: “Manan kichamuykikumanchu papaymi piñakuwanmanku” (“No puedo abrir; mi papá se molestará”). La vida les cambió tan rápido como tarda una patada en tumbar una puerta.Los senderistas se llevaron todo. Bernardo, dominado por un impulso irrefrenable, corrió en la oscuridad hacia su casa y despertó a sus padres. Don Florencio, zarandeado por la culpa y el miedo (y la borrachera, es cierto), corrió y rescató a su hijo menor. “Lo que más dolió fue ver que mi papá salió sin sombrero. Él jamás salía sin sombrero”, recuerda José Carlos.
Lo que vino después ya es conocido: que Florencio, acompañado por los “varayoccs” (autoridades) de la zona y del gobernador Alejandro Galindo, encontró el material que aún se incendiaba. Que juntos atraparon al principal sospechoso, el profesor Bernardo Azurza. Que este escapó. Que no podían informar sobre lo ocurrido a otros pueblos cercanos porque los senderistas habían cortado los cables del telégrafo. Que las campanas de la iglesia nunca dejaron de repicar en la noche más larga de la historia de este pueblo.
Lucanamarca, provincia de Víctor Fajardo, departamento de Ayacucho (1983) - Fuente: Comisión de la Verdad y Reconciliación
La Comisión de la Verdad y Reconciliación concluye que el 3 de abril de 1983, miembros de la organización subversiva Partido Comunista del Perú - Sendero Luminoso incursionaron en el distrito de Santiago de Lucanamarca con el propósito de aniquilar a su población, por haberse rebelado contra esa organización. La acción fue decidida y planificada por la Dirección Central de Sendero Luminoso a cargo de Abimael Guzmán Reynoso, y ejecutada por la Fuerza Principal del Comité Zonal Cangallo-Fajardo.La muerte de las sesenta y nueve víctimas se produjo cuando se hallaban bajo un total estado de indefensión y desventaja, en circunstancias que les resultaba imposible defenderse o resistir y que no constituían en modo alguno amenaza a la vida o la integridad de los citados elementos subversivos.
Caymito, provincia de Leoncio Prado, departamento de Huánuco (1987) - Fuente: Comisión de la Verdad y Reconciliación
En 1987, en el poblado de Caymito, distrito de José Crespo y Castillo, el agricultor Richard Martel Ponce (17) y otro joven no identificado, fueron asesinados por presuntos miembros del PCP-SL. Richard Alminco había acompañado a los senderistas en dos oportunidades, de ocho meses cada una, para apoyar en las acciones de las campañas militares. Al retorno de la segunda vez, Richard asistió a una fiesta en el pueblo, donde tuvo una pelea con otro asistente; por su comportamiento fue acusado con el PCP-SL. Al día siguiente del hecho, los senderistas llegaron a la casa de la víctima y le dijeron que uno de los líderes lo llamaba, por lo cual el joven los acompañó. A los ocho días la familia de Richard fue informada que éste había sido apuñalado y enterrado junto con otra víctima no identificada, en una loma. La familia exhumó el cuerpo de Alminco y lo enterró en Caymito.
Comas, provincia de Concepción, departamento de Junín (1989) - Fuente: Comisión de la Verdad y Reconciliación
Cerca de las 10 de la mañana del 24/10/1989, en Comas, distrito del mismo nombre, incursionaron entre 20 y 30 miembros del PCP-SL y apresaron a varios pobladores que concurrían a la feria dominical. Entre los pobladores se encontraban Ricardo Osores, presidente de la comunidad de Pusacpampa, su tío Gabino Rojas, Juan José Hilario y Justo Paitampoma. Ese día, los senderistas y las personas secuestradas recorrieron distintas comunidades hasta llegar al anexo de Pusacpampa, casi a las 10 de la noche. Allí, un grupo de senderistas apresó en sus viviendas a Samuel Andrade, secretario de la comunidad, Marcelino Rojas, el teniente gobernador Juvino Papuico, el agricultor Felipe Laura e Ignacio Crispin. Después, todos fueron conducidos a la plaza de la comunidad, donde Felipe Laura fue asesinado. Los agresores ataron de manos a Samuel Vásquez, le pusieron una soga al cuello, le cubrieron la cabeza y le quitaron la ropa. Por su parte, Ricardo Osores, Gabino Rojas, Juan Hilario, Justo Paitampoma e Ignacio Crispín fueron conducidos al interior de la iglesia donde fueron torturados. Luego, Ignacio Crispín fue liberado. Pasadas algunas horas, las víctimas fueron obligadas a caminar por la plaza dando vivas al grupo. Los senderistas también dieron una charla de adoctrinamiento. Luego, los detenidos fueron subidos junto con otras víctimas a un camión perteneciente a la comunidad de Aichana. Previamente, los senderistas secuestraron a Cerapio Aliaga para que les sirva de chofer. El vehículo se trasladó por la carretera que conduce a Andamarca y Santo Domingo de Acobamba. En el trayecto, los secuestrados fueron torturados. Hasta la fecha se desconoce el paradero de las víctimas, pero se cree que fueron conducidos al camino de herradura de Sierra Lumi, ubicada en una quebrada frente a Comas, o a la quebrada Shintilno, en el camino a Andamarca, o al puente Tullos que cruza el río Tulumayo. Ese dia Juvino Papuico fue asesinado de un balazo en la cabeza en la plaza de Comas.
Asesinato de Bárbara D’Achille y Esteban Bohorquez, departamento de Huancavelica (1989) - Fuente: Comisión de la Verdad y Reconciliación
La información obtenida por la Comisión de la Verdad y Reconciliació n permite afirmar que el 31 de mayo de 1989, miembros de la organización subversiva Partido Comunista del Perú - Sendero Luminoso dieron muerte a la periodista Bárbara D’Achille y al ingeniero Esteban Bohórquez Rondón en el paraje de Huarmicocha, distrito de Huando (Huancavelica) . Esta acción fue ejecutada por un destacamento de dirigido por el (c)”Rogelio”, identificado durante la investigación policial y el posterior proceso judicial, que, sin embargo, no habría sido detenido y juzgado hasta la fecha.La muerte de las dos víctimas se produjo cuando se hallaban bajo un total estado de indefensión y desventaja, en circunstancias que les resultaba imposible defenderse o resistir y que no constituían en modo alguno amenaza a la vida o la integridad de los citados elementos subversivos.
Lesiones graves producidas contra Ana Lira, departamento de Lima (1992) - Fuente: Comisión de la Verdad y Reconciliación
El 31 de marzo de 1992, la sub oficial de 1a. de la PNP Ana Lira Chupingahua fue atacada por miembros de Sendero Luminoso cuando se dirigia a la Contraloria General de la Republica, donde se encontraba destacada. Ana Lira recibió cinco disparos de arma de fuego que le impactaron en la espalda, pecho, estómago y cabeza. A pesar de las graves heridas, Ana sobrevivió (…) sin embargo quedó con graves secuelas del atentado, entre ellas la pérdida total de la vista.
Que estas historias nos muestren lo que jamás se debe repetir.
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Hoy se cumplen 30 años desde que Sendero Luminoso decidió irse en guerra contra el Perú. De allí que sea un día de recuerdo sobre lo ocurrido durante muchos años en nuestro país, con peruanos matando a otros peruanos.
Si quieren explorar en las causas por las cuales Sendero generó tal grado de violencia y pudo ser derrotado, lean la parte pertinente en el Informe Final de la CVR. Lo mismo para entender la lógica de sus acciones y su ideología, en el mismo documento.
Más allá de las condenas necesarias desde todo punto de vista a lo que fue Sendero, entender lo que fue y porque se produjo es necesario para no quedarnos con la mera imagen de “4 locos marxistas-maoí stas” - por el contrario, la finalidad política de SL hace aún más condenables sus acciones - o con la imagen que las matanzas y desapariciones eran necesarias para derrotar a la subversión, que algunos siguen esgrimiendo no solo en voz baja, sino también desde editoriales de periódicos.
Pero hoy, más que sobre las interpretaciones de la violencia, es necesario volver a las historias, a las personas, a los hechos. De allí que haya seleccionado algunos casos recogidos por la Comisión de la Verdad y Reconciliació n - y de otras fuentes - para recordar lo que fueron esos años y lo que fue la organización más demencial que conoció el país.
Lo narrado por Julio César Conde ha sido confirmado por varios pobladores de Chuschi, incluidas las autoridades locales. La noche del 17 de mayo de aquel año, un primo de su padre (cuyo nombre se mantiene en reserva) le ofreció a don Florencio tomar una bebida alcohólica. Este aceptó.Pasaron varias horas y este pariente había conseguido disuadir a Florencio para que siguiera bebiendo. “Toda mi familia pensó que este pariente tuvo algo que ver, que pudo haber estado metido con los “cumpas” (terroristas) . Él quería embriagarlo para que dejara sin protección el material electoral”, explicó Julio César.
La madre de los menores, sabiendo que la oficina no podía quedar sin vigilancia, pidió a sus dos hijos que pasaran ahí la noche. Bernardo y Julio César acomodaron unos pellejos de animales en el piso y así durmieron.En la madrugada despertaron con pánico: entre amenazas, unos supuestos militares les exigían abrir la puerta. Julio César lloraba acurrucado en el pellejo que le servía de cama. Bernardo, con coraje precoz, respondió en quechua: “Manan kichamuykikumanchu papaymi piñakuwanmanku” (“No puedo abrir; mi papá se molestará”). La vida les cambió tan rápido como tarda una patada en tumbar una puerta.Los senderistas se llevaron todo. Bernardo, dominado por un impulso irrefrenable, corrió en la oscuridad hacia su casa y despertó a sus padres. Don Florencio, zarandeado por la culpa y el miedo (y la borrachera, es cierto), corrió y rescató a su hijo menor. “Lo que más dolió fue ver que mi papá salió sin sombrero. Él jamás salía sin sombrero”, recuerda José Carlos.
Lucanamarca, provincia de Víctor Fajardo, departamento de Ayacucho (1983) - Fuente: Comisión de la Verdad y Reconciliación
La Comisión de la Verdad y Reconciliación concluye que el 3 de abril de 1983, miembros de la organización subversiva Partido Comunista del Perú - Sendero Luminoso incursionaron en el distrito de Santiago de Lucanamarca con el propósito de aniquilar a su población, por haberse rebelado contra esa organización. La acción fue decidida y planificada por la Dirección Central de Sendero Luminoso a cargo de Abimael Guzmán Reynoso, y ejecutada por la Fuerza Principal del Comité Zonal Cangallo-Fajardo.La muerte de las sesenta y nueve víctimas se produjo cuando se hallaban bajo un total estado de indefensión y desventaja, en circunstancias que les resultaba imposible defenderse o resistir y que no constituían en modo alguno amenaza a la vida o la integridad de los citados elementos subversivos.
Caymito, provincia de Leoncio Prado, departamento de Huánuco (1987) - Fuente: Comisión de la Verdad y Reconciliación
En 1987, en el poblado de Caymito, distrito de José Crespo y Castillo, el agricultor Richard Martel Ponce (17) y otro joven no identificado, fueron asesinados por presuntos miembros del PCP-SL. Richard Alminco había acompañado a los senderistas en dos oportunidades, de ocho meses cada una, para apoyar en las acciones de las campañas militares. Al retorno de la segunda vez, Richard asistió a una fiesta en el pueblo, donde tuvo una pelea con otro asistente; por su comportamiento fue acusado con el PCP-SL. Al día siguiente del hecho, los senderistas llegaron a la casa de la víctima y le dijeron que uno de los líderes lo llamaba, por lo cual el joven los acompañó. A los ocho días la familia de Richard fue informada que éste había sido apuñalado y enterrado junto con otra víctima no identificada, en una loma. La familia exhumó el cuerpo de Alminco y lo enterró en Caymito.
Comas, provincia de Concepción, departamento de Junín (1989) - Fuente: Comisión de la Verdad y Reconciliación
Cerca de las 10 de la mañana del 24/10/1989, en Comas, distrito del mismo nombre, incursionaron entre 20 y 30 miembros del PCP-SL y apresaron a varios pobladores que concurrían a la feria dominical. Entre los pobladores se encontraban Ricardo Osores, presidente de la comunidad de Pusacpampa, su tío Gabino Rojas, Juan José Hilario y Justo Paitampoma. Ese día, los senderistas y las personas secuestradas recorrieron distintas comunidades hasta llegar al anexo de Pusacpampa, casi a las 10 de la noche. Allí, un grupo de senderistas apresó en sus viviendas a Samuel Andrade, secretario de la comunidad, Marcelino Rojas, el teniente gobernador Juvino Papuico, el agricultor Felipe Laura e Ignacio Crispin. Después, todos fueron conducidos a la plaza de la comunidad, donde Felipe Laura fue asesinado. Los agresores ataron de manos a Samuel Vásquez, le pusieron una soga al cuello, le cubrieron la cabeza y le quitaron la ropa. Por su parte, Ricardo Osores, Gabino Rojas, Juan Hilario, Justo Paitampoma e Ignacio Crispín fueron conducidos al interior de la iglesia donde fueron torturados. Luego, Ignacio Crispín fue liberado. Pasadas algunas horas, las víctimas fueron obligadas a caminar por la plaza dando vivas al grupo. Los senderistas también dieron una charla de adoctrinamiento. Luego, los detenidos fueron subidos junto con otras víctimas a un camión perteneciente a la comunidad de Aichana. Previamente, los senderistas secuestraron a Cerapio Aliaga para que les sirva de chofer. El vehículo se trasladó por la carretera que conduce a Andamarca y Santo Domingo de Acobamba. En el trayecto, los secuestrados fueron torturados. Hasta la fecha se desconoce el paradero de las víctimas, pero se cree que fueron conducidos al camino de herradura de Sierra Lumi, ubicada en una quebrada frente a Comas, o a la quebrada Shintilno, en el camino a Andamarca, o al puente Tullos que cruza el río Tulumayo. Ese dia Juvino Papuico fue asesinado de un balazo en la cabeza en la plaza de Comas.
Asesinato de Bárbara D’Achille y Esteban Bohorquez, departamento de Huancavelica (1989) - Fuente: Comisión de la Verdad y Reconciliación
La información obtenida por la Comisión de la Verdad y Reconciliació n permite afirmar que el 31 de mayo de 1989, miembros de la organización subversiva Partido Comunista del Perú - Sendero Luminoso dieron muerte a la periodista Bárbara D’Achille y al ingeniero Esteban Bohórquez Rondón en el paraje de Huarmicocha, distrito de Huando (Huancavelica) . Esta acción fue ejecutada por un destacamento de dirigido por el (c)”Rogelio”, identificado durante la investigación policial y el posterior proceso judicial, que, sin embargo, no habría sido detenido y juzgado hasta la fecha.La muerte de las dos víctimas se produjo cuando se hallaban bajo un total estado de indefensión y desventaja, en circunstancias que les resultaba imposible defenderse o resistir y que no constituían en modo alguno amenaza a la vida o la integridad de los citados elementos subversivos.
Lesiones graves producidas contra Ana Lira, departamento de Lima (1992) - Fuente: Comisión de la Verdad y Reconciliación
El 31 de marzo de 1992, la sub oficial de 1a. de la PNP Ana Lira Chupingahua fue atacada por miembros de Sendero Luminoso cuando se dirigia a la Contraloria General de la Republica, donde se encontraba destacada. Ana Lira recibió cinco disparos de arma de fuego que le impactaron en la espalda, pecho, estómago y cabeza. A pesar de las graves heridas, Ana sobrevivió (…) sin embargo quedó con graves secuelas del atentado, entre ellas la pérdida total de la vista.
Que estas historias nos muestren lo que jamás se debe repetir.
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lunes 17 de mayo de 2010
